Sobre el delivery de doblaje (o la auto-grabación).
Un leve intento de desalentar esta práctica o en su defecto, cómo mejorarla.
En el ámbito de las locuciones comerciales, voces en off, proyectos cortos, o incluso audiodescripciones, yo creo que un talento puede auto grabarse sin mayores inconvenientes. Estas tareas suelen ser más directas y no requieren de la interacción y supervisión constante de un director. Sin embargo, cuando se trata de doblaje, la situación es otra.
El doblaje es un proceso colaborativo que demanda la intervención de un tercero que supervise y guíe, asegurando que cada elemento esté alineado con la visión del proyecto. La naturaleza del doblaje implica una construcción en equipo, donde escena por escena vamos conformando una totalidad coherente y de calidad. Delegar la grabación a un talento sin supervisión puede resultar en un producto final insatisfactorio, ya que se pierde la oportunidad de realizar ajustes y correcciones en tiempo real.
Sin embargo, reconozco que la auto grabación es una práctica que se está llevando a cabo con frecuencia en la industria. En estos casos, es esencial implementar una serie de pasos para asegurar que el talento entienda claramente lo que se espera de él, minimizando la necesidad de rehacer partes del trabajo o de realizar retomas.
Para lograr un resultado satisfactorio en auto grabaciones, recomiendo lo siguiente:
Proveer un guion adaptado y revisado: El guion debe estar libre de errores y listo para seguirse al pie de la letra. Esto evita que el talento tenga que tomar decisiones o hacer modificaciones durante la grabación.
Instrucciones interpretativas detalladas: Es fundamental proporcionar información sobre los personajes, destacando aspectos a los que el talento debe prestar atención y errores que debería evitar. Esto lo guiará en su interpretación, acercando el resultado a la visión del director.
Guía de pronunciación y fonética: Incluir una guía exhaustiva con la fonética de términos o nombres que puedan generar dudas, asegurando una pronunciación correcta y coherente.
Claridad en las instrucciones: Las instrucciones deben ser lo más claras y detalladas posible, allanando el camino para que el talento sepa exactamente qué es lo que tiene que hacer. Esto facilita su trabajo y reduce la probabilidad de errores.
El objetivo de estos pasos es garantizar que el talento tenga todas las herramientas necesarias para entregar una grabación de alta calidad, incluso sin la presencia constante de un director. Aunque la auto grabación no sea la opción ideal en el doblaje, seguir estos lineamientos puede ayudar a mitigar algunos de los desafíos asociados con esta práctica.
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¡Buenas recomendaciones, Sebas!
Y mi curiosidad me lleva a preguntarte, ¿qué pasa con esos clientes que aceptan/aceptarían autograbaciones? Es decir, en traducción audiovisual, cada vez se me atraviesan más solicitudes de clientes que, en aras de ahorrarse unas monedas, quieren evitarse los "intermediarios". Estos clientes ven a los directores de doblaje y a los ajustadores como intermediarios que es posible "saltarse" sin afectar la calidad final. He tenido clientes que hasta me han pedido a mí grabar el audio, porque como yo soy la traductora, seguro que yo también puedo sincronizar el audio. Obviamente, mi respuesta es siempre que no, y paso siempre a ofrecerles precios y contactos con talentos que yo conozco.
Me encanta que saqués recomendaciones. Eso contribuye a un mínimo de calidad, al menos del lado de la oferta.