Puede que esta sea mi publicación más personal hasta ahora. A lo largo de las anteriores entregas, he procurado presentar información de manera más objetiva, casi como si estuviera escribiendo artículos. Si han estado siguiendo desde el principio, habrán notado que he tratado de mantenerme cercano a ustedes, pero me he centrado más que nada en compartir información en lugar de expresar mis opiniones personales sobre los temas.
Para ser sincero, cuando decidí lanzar este newsletter, mi objetivo era poder escribir sobre las cosas que me apasionan del doblaje y, al mismo tiempo, compartir mi punto de vista.
No puedo recordar exactamente cuándo o dónde, pero en algún momento, mientras leía consejos para creadores de contenido, me topé con la idea de lo importante que es «personalizar» tu contenido de alguna manera, compartiendo tus experiencias o abriendo un poco las puertas de tu intimidad.
De ahí que ahora podemos ver en Instagram historias exitosas, pero también están los que te cuentan sus fracasos, o los momentos de dudas acerca de su profesión y cosas parecidas. O también se puede observar como LinkedIn se ha convertido en un compendio de experiencias de vida, y gente que se las sabe todas tanto para lo bueno como para lo malo, para la salud como la adversidad, etc.
Y la verdad es que nada de eso me resulta interesante. Pero aunque me contradiga, la entrega de hoy es más personal.
El formato de ese tipo de publicaciones también es importante. Tienen títulos gancheros para el clickbait como el que incluí en esta publicación -sobre el que voy a hablar más adelante, siguiendo la misma lógica- y la estructura con la que están armados esos posteos muchas veces es la misma. Van desgranando poco a poco algunas cosas pero dejando para el final esa «sorpresa» que hace que leas toda la publicación.
Cuando veo eso siempre siento lo mismo: que están todos trabajando para el algoritmo. Creando contenido solo porque hay que seguir publicando cosas para que la actividad de la cuenta no caiga, pero que a nadie en realidad le importa mucho nada: que haya storytelling, que uses emojis, que atraiga visualmente, que la constancia, las llamadas a la acción…
Como esos videos donde cometen errores intencionalmente o dicen alguna estupidez solo para lograr interacción.
No hay nada para contar, ni nada para pensar. Mucho menos para compartir. Se trata de estructuras vacías y «simulaciones» de comunicación que no conducen a ningún lado.
Quiero poner otro ejemplo para ilustrar a qué me refiero, pero antes saquemos del medio el falso clickbait del título: No habrá ninguna masterclass de nada en esta publicación.
De hecho, tengo un grave problema con el término -que cada vez aparece más seguido-. Y siempre que lo veo me pregunto: ¿qué tan lleno de respuestas tenés que estar para sentir que podés dar una clase «magistral» sobre algo?
Entiendo que todos tenemos que comer y que los rebusques para aumentar la audiencia y promocionar nuestras actividades parece permitirnos decir cualquier cosa, pero solo quería compartirles el rechazo que me genera. Lo primero que pienso es «¿Así que este/a se las sabe todas?» Y yo tan lleno de dudas…
Tal vez es solo un nombre y me estoy enroscando demasiado. No me juzguen.
Aprovecho el desahogo y va la última:
Parece que la gente no quisiera aprender. Quiere «haberlo aprendido». Quiere haber leído la lista de las «10 cosas que no te pueden faltar para no se qué…»
No quiere ver qué le pasa al personaje, por qué dice lo que dice, por qué lo dice como lo dice, o incluso qué es lo que no dice. Quieren haberlo doblado.
Quiere ser actor de doblaje, quiere tener un prota y poder ponerlo en las redes y agradecer en las historias que apareció en la placa de los títulos. Quieren no perderse de recibir estos correos, pero no quieren leerlos…
Invitación a desuscribirse:
Un claro ejemplo de lo que enunciaba más arriba es lo que pasa con este newsletter. Hay casi 1700 suscriptores en este momento, es decir gente que recibe el correo en su bandeja de entrada. Pero solo menos del 50% -al menos según las estadísticas de este sitio- abre los correos.
Y acá se me presenta una paradoja: si quiero hablarle a ese 50% que no los lee ¿cómo hago?
Si eres ese alguien que está dentro del porcentaje y por casualidad llegaste hasta acá, es tu momento de depurar tu casilla y acabar con este martirio. Sé que la lista de suscriptores sufrirá un recorte significativo, pere de esta forma podré al menos saber realmente a cuánta gente le estoy hablando.
Esta opción siempre estuvo disponible, pero hoy más que nunca, puedes aprovechar para darte de baja.
Solo deben ir hasta el final del correo y ahí encontrarán un botoncito -está bien, no muy visible- que dice:
Este newsletter siempre será gratuito, pero si consideras que el contenido merece apoyo, te invito a colaborar conmigo a través de estos botones. Los primeros tres son para suscribirte mensualmente en pesos, a través de Mercado Pago. (Recuerda que puedes darte de baja en cualquier momento si así lo deseas). Y si estás en el exterior puedes hacerlo a través de PayPal (También con una suscripción mensual o un único aporte). Tu contribución será una forma de respaldar mi trabajo y ayudar a que este proyecto siga creciendo.
Por favor, si no puedes hacerlo no te vayas, ¡Corre por mi cuenta la invitación para que sigas leyendo!
Y MUCHÍSIMAS GRACIAS A LOS QUE YA ESTÁN COLABORANDO.
Para los que aún siguen aquí:
Ahora bien, ustedes me dirán, «Pero yo si leo atentamente todas las publicaciones», «¡Incluso colaboro con los botones de suscripción que inoportunamente pusiste en el medio!». Para ustedes, mis disculpas por esta catarsis. Prometo que será la única.
Esta vez lo que les quería compartir es un poco de material que anda dando vuelta, ideal para los que recién están empezando. Tanto en el ámbito de la actuación para doblaje, como la traducción y la adaptación.
Empecemos de nuevo:
En una charla que tuve hace poco en un vivo de Instagram, comentaba que cuando comencé en esta actividad, hace ya casi 20 años, era muy difícil iniciarse y aprender el oficio, porque como primera medida, para ver lo que se hacía dentro de los estudios de grabación, había que tener acceso «físico» a uno. Es decir, teníamos que conocer a alguien que nos permitiera entrar a ese entorno, como para poder ver y aprender de qué se trataba. De la misma forma, era muy difícil encontrar cosas en internet o tener acceso al material en sus diferentes versiones (doblado y/o subtitulado). Algo de lo que hablé en esta entrada.
Así como se ha democratizado el acceso a la tecnología (que hizo que muchos talentos hoy tengan un estudio hogareño propio), están surgiendo proyectos muy interesantes de productoras de doblaje que no necesitan de una estructura inmensa para ofrecer sus servicios. Es emblemático y posiblemente tema para más publicaciones el caso de Likan Studios.
Y acompañando todos estos cambios, pasa algo similar con el acceso a la información. Ya sea de la mano de eventos extraordinarios -por «fuera de lo común»- como fue el ciclo de Doblaje ATP, como por profesionales y divulgadores que crean material para compartir en las redes, hay un número interesante de videos dando vuelta que puede ayudar a quienes recién están empezando. Siempre que me escriben con interés genuino preguntando cuál es la punta del ovillo para desentrañar esta madeja que es la profesión, los remito a estos videos que sirven para aclarar el panorama, en cada una de las especialidades.
Les dejo esta selección, que es apenas una muestra de las cosas que andan dando vuelta por la red:
Sobre estudios hogareños, home studios, equipamiento:
Tips para tu home studio.
Equipos parte 1.
Equipos parte 2.
Sobre el proceso de doblaje (explicado en dos minutos):
¡Y muchos más!:
Para conocer la industria del doblaje en Argentina.
Sobre como insertarse en esa industria.
Como destacarte y conseguir tu primer trabajo.
Recomendaciones para los nuevos. talentos.
Sobre adaptación de guiones.
Voces originales.
Y creación de personajes.
Doblaje de canciones.
¿Dónde estudiar doblaje?
Sobre el doblaje en otras provincias, más allá de Buenos Aires.
Y en otros países, además de Argentina y México.
Y una ración extra con algunas rarezas que pueden ser de utilidad:
Como reir, llorar y gritar para doblaje.
40 tonos e intenciones.
Espero que les haya gustado, y ¡gracias por leer!
Hola Interesante tu publicación Me gustaron tus disparadores y me hicieron pensar Por ahora soy una espectadora
He de decir que estuve a punto de no leer este boletín. ¿El motivo? Todo lo que acertadamente señalas: ¿masterclass? ¿me va a salvar la vida?... hmmm... Pero, sabiendo que venía de alguien tan serio y respetuoso como Sebastián Arias... pues lo leí. De cabo a rabo. Como siempre, un tiempo nunca mejor invertido. Gracias por todo ese trabajo que da fruto en una publicación tras otra, una más buena que la otra.